-Es obvio que mi madre me quiere más a mi-
Le decía presuntuosamente Federico a su hermano,
-Mis ojos son verdes y los tuyos negros-.
Camilo tapó sus labios con su diminuta mano
Y con una risita ridícula refutó:
-Cuando mi madre se recuesta en nuestros pechos,
Se posa sobre mi lado porque yo tengo corazón-
-¡Pero yo tengo el hígado!- refunfuño Federico.
-Pero tu hígado, querido hermano, no palpita-
-¡Pero yo soy mas fuerte!-
-Pero no palpitas
Y si tuvieras corazón y yo hígado,
tal vez mi madre te quisiera mas por esos ojos verdes,
pero …¿tu crees que tu color de ojos importa?,
¡Mírame!
¡Míranos!
Ella me quiere mas a mi porque tu serás el
primero en morir antes que mis riñones dejen de funcionar.
¿Qué haces?,
¡No llores tonto!, que quererme mas a mi, significa querernos a ambos al mismo tiempo- Chilló Federico al ver su pecho unido con el de su hermano.
KAIA
Una vez mas quiero deleitarlos con un cuento de estos de mi amiga KAIA, ya que tuve el honor de ser la primera en leerlo, ya que estamos en el mundo ginecobstetrico y que es tan especial leer estos relatos de una persona que sabe como escribir y sabe como aprovecharlo todo de una manera mágica
lunes, octubre 09, 2006
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1 comentario:
Uy no jodás... muy triste ese cuento.
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