miércoles, mayo 10, 2006

Existe vida a parte de la Medicina

Escribiendo el post anterior, mi compañera de rotacion me conto que escribía cuentos... que clase de cuentos? a que hora? donde?...Sencillamente escribe cuentos....al preguntarle que cual era el que mas le gustaba....penso poco y decidio: "Violacion Requerida" contesto con seguridad...yo lo abri y lo lei.... creo que no necesita comentarios....solo necesita ser compartido:


Violación requerida

Entró directamente a saludarlo con un seco apretón de manos; sabiendo teóricamente lo que tenía que hacer, buscó con la mirada su destino y pasó al baño para desvestirse sin apuros. Se tomó un buen rato frente al espejo percatándose de que todo estuviese en orden, sus pechos caídos, el abdomen flácido y su bello púvico perfectamente rasurado. Encontró a su alcance una bata que le encajó perfectamente y después de dudarlo muchas veces, salió al encuentro de aquel hombre que señalaba con su dedo, la cama meticulosamente preparada para la ocasión. Ella se acostó tímidamente; con el fin de lograr relajarse un poco, trató de recordar todos esos años en los que había elaborado el ritual del sexo sin ningún problema, pero no podía ignorar que esa nueva situación se le estaba saliendo de las manos, su experiencia nunca había llegado a un nivel tan alto, sintiéndose ahora estúpidamente virgen; el nerviosismo la delataba con salirse de los poros y enjuagarla entera, la idea de verse inexperta ruborizó sus pómulos y ella solo podía cerrar los ojos y aceptar lo que la vida le había preparado para ese día.

Aquél hombre le masajeó los senos como un niño que descubre un juguete nuevo, luego le ordenó que abriera las piernas, ella accedió rápidamente sin ningún negativo antes que él pudiese percibir de algún modo su cobardía. De pronto sintió sus dedos engomados penetrando por su vagina, ella con disimulo arañaba las mantas, se le escapó un gemido cuando sintió un fuerte cólico a causa de que aquel sujeto introducía un miembro frió y metálico entre sus piernas. El acto duró solo quince minutos, tiempo exquisitamente largo para una señora de 75; el hombre se incorporó sobre ella y con un golpecito en el hombro, le dijo: Ya se puede vestir doña Carmela, los resultados estarán listos para la próxima semana.

3 comentarios:

Carlos Akela dijo...

Simplemente... Wow.

pitu dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
pitu dijo...

sencillamente exelente